23 sept 2016

You're like a drug.

Título: You're like a drug.
Banda:
Bill Kaulitz/ Lana Del Rey.
Parejas:
Bill-Original femenino.
Género:
Romance.
Categoría:
Hetero.
Personajes:
Bill, Lana.
Advertencias:
Contenido Adulto.
Completo:
No. ( En Progreso.)
Clasificación:
Fiction Rated M (16+)








Resumen:



Una famosa artista conocerá a su mayor admirador y el tiempo les hará conocerse completamente.
Lana Del Rey es una mujer talentosa, su carrera desde los inicios, no había sido una famosa artista, no muy conocida sino cerca del 2010. Bill Kaulitz, un vocalista de la banda alemana, queda totalmente fascinado con sus canciones del álbum Born To Die. En ése tiempo, Tokio Hotel estaban en proceso de lanzar el nuevo álbum  Humanoid, desde ese momento, la obsesión era mínima, hasta que con el tiempo, conocer a Lana era algo imposible debido a la agenda ocupada de ambos músicos. Las vacaciones soñadas, le hicieron idear un plan estupendo, ése dia la conocería, y ya nada sería igual.
Con el tiempo se hacen buenos amigos, pero Bill no entiende, no puede, es muy débil ante los encantos de Lana. Entre los días que iban pasando, Bill comienza a idear planes para verla más seguido, pero justamente ya era tarde para Tokio Hotel y debían ponerse a trabajar, alejándolo a Bill de las posibilidades de tener algo más entre él y ella. ¿Conseguirán salir juntos?.Descúbrelo.

Aviso: Fan fiction. Ésta historia contiene relatos tantos reales como inventados.










In love with you.





Mi conciencia me engaña cuando lo que anhelo con todo mi ser, comienza a atraerme, a brillar, a tomar forma, una humana por cierto y de hecho femenina. Estabas parada en ése escenario, dando cada parte de ti misma en esas canciones que formaban parte de tus fantasías, de tus grandes sueños, de tus anhelos, de tu vida.

Tu mirada lo que me mata, ese brillo especial que me atrapa entre mis suspiros cortos. Mi piel se hace hielo con tu cantar, con tu melodía, mi corazón se acelera con ése angelical sonido que sale de tus labios. Eres una mujer hermosa. Una mujer que debería saber que está hecha para brillar entre las estrellas. Con cada nota me retienes en un suspiro, me tienes flotando. Me tienes perdido.

¿Cómo podría conocerte? si el velo misterioso, nos separa de todo contacto visual alguno.

Tus danzas me están avisando el fuego en mi interior se enciende y me quemo, provocas que un huracán de sensaciones me tomen, se esparzan de repente por todo mi cuerpo, ésas sensaciones que se apoderan de mis sentidos, de todo mi ser. Me tienes perdido y ésto se parece a un sueño.

Tu brillas de una manera única, tu carisma me provocan tantas cosas imposibles de concretar. ¿Cómo podría confesártelo? que me estoy muriendo por esa boca y ésos labios tan tentadores.

Sólo soy un espectador, pero no cualquiera podría poseerte.

No, tú eres una diosa en persona, tu carisma te envuelve. Mi piel se eriza nuevamente, tus melodías me llenan el alma de paz, de algo desconocido que fluye como un río a punto de desbordar. Tus movimientos de tu cuerpo, de tus suaves pasos de baile, ahora son lentos, pero ya estás para finalizar el show y éso me llena de melancolía.

¿Podríamos vernos? Si es así ¿Algún día? Si como yo, unos cuantos hombres más tendrías cautivado. Mis sentidos se esparcen, la gente aplaude sin control y yo.. yo simplemente te observo como algo lejano, como algo que no podría ser. Como algo imposible. Algo que estoy deseando y está fuera de mi alcance.

Con la ilusión de un niño. Mi mente me juega sucio y comienzo a imaginarte, a caer entre pensamientos que no me llevan a ningún lugar, que no tienen esencia, pensamientos e ilusiones imposibles. ¿Porqué? Simplemente eres tan bella que no puedo dejar de pensar. Un fruto prohibido en el paraíso.

Tomo aire señal de resignación, lo exhalo de a poco tratando de tranquilizarme. Todo es absurdo si lo pienso mas detenidamente. ¿Si ambos somos famosos?¿Para qué tanta tortura? No puedo pensarte sin la más pura decencia. Me encanta poder soñar despierto. Tomo aire nuevamente y niego. Me estoy dejando llevar por el sentimiento que me aprisiona a lo que soy. ¿Acaso son nervios?

Podría ir a verte sin problemas, sin complicaciones. Pero... Soy tan indeciso, temo tantas cosas que me encierro en mis pensamientos sin llegar a concretar algo.

Tomo aire por tercera vez y me abro paso entre la gente. Ya era una decisión. Mis lentes y mi ropa me hacen pasar desapercibido entre la multitud.

Después de caminar por un pasillo, girar y así hasta ver tu puerta, me hipnotizo al casi chocarnos de frente.


-E-esto.. perdón.. perdón..yo.. soy Bill.-


Mi nervios me toman. Tú reíste . Mis lágrimas de felicidad casi se escapan. Me saludaste y tu aroma se impregnó en el ambiente. Ése mágico aroma cautivador me toma. Un suspiro sale de entre mis labios.


-Me da gusto Bill.-

Dijo con su hermosa sonrisa. Sus ojos me estremecieron al verla directamente. Me quede sin palabras. Era más bella de lo que podría imaginar. Cómo ella, no había ninguna.


-Aquí está tu autógrafo, gracias.-

Dijo y después nos sacamos una foto. Ella lucía tan hermosa.


-¿Podríamos vernos otra vez?-


Pregunté incapaz de callar.
Ella revisó su agenda y asintió.

-Tengo cinco horas mañana por la noche.-

Dijo y me quedé enamorado de tu sonrisa.

Ella si sólo pudiera saber, que es la mujer de mis sueños, que sin ella no viviría un segundo más en el mundo de la fantasía, de lo irreal.
Nos despedimos y al fin comencé a pensar en frío. En todo lo que pasó. En ésos instantes tan maravillosos al tenerla en frente mío. Un suspiro se me sale al instante en que pienso en ella, reviso la foto y no puedo creerlo. Al fin la conocía. Al fin podía verla dentro de poco, sólo míseras cinco horas en el día de mañana por la noche. Y no la culpo, la vida de un artista es de agenda ocupada.






                                                            ***





Estaba ansioso, al fin, era el día esperado. Estaba arreglando mi vestimenta, haciendo y deshaciendo, llenándome de ése sabor agridulce del destino. Me sentía asustado, los nervios me tomaron por completo. Me hubiera gustado quedarme más tiempo con ella, ése día pero las cosas eran así, la agenda ocupada que tenía Lana, era casi similar a la mía.
Comencé a pensar sobre lo de ésta noche, a hacerme ilusiones sobre lo que podría acontecer, quizás ir más allá de lo que ningún simple fanático puede lograr. En cinco horas, la verdad que no sé que podría pasar.
Éste día me sentía nervioso, en toda la mañana estaba en alerta por si me llegaban a llamar sus mánagers o tal vez, sólo tal vez, tendría que concurrir hasta dónde Lana estaría. Pero sus tontos guardaespaldas me echarían a patadas del lugar, si entraba allí sin el menor consentimiento, por lo que necesitaba alguna señal de ella o sino me comenzaría a preocupar de sobremanera.
Ahora estoy fuera del automóvil, con el mejor traje que tengo, y mis llaves del auto en las manos, jugando con las mismas entre mis dedos, esperando impaciente hasta que la aguja del reloj den las ocho en punto. No fué muy específica y éso no me agradaba. "Cinco horas mañana por la noche", después explicó, que desde las ocho tenía permiso de salir de su apartamento. ¿En qué lugar? No me dijo. Ésto me tenía tenso, hasta que escuché un ruido que provenía del hotel donde se hospedaba. ¿Porqué lo sabía? Simplemente sabía muchas cosas de ella, no podía conmigo, no podía contra mis tontos impulsos. Ella caminó con su cabellera al viento, ésas ondas le decoraban el mismo, siendo la más atractiva del lugar, captando mi mirada, como si ella fuese el centro de atención..y lo era. Me quedé idiota un momento, después aproveché para acercarme hacia donde ella se dirigía que era un automóvil. Un suspiro salió de repente, imposible de contener, y luego corrí y la detuve desde lejos antes que entrara al auto.


-¡Lana! ¡Lana! ¡Soy Bill! ¡Bill Kaulitz!-


Cuando ella volteó su cuerpo para mirar de quien se trataba, me quedé más idiota de lo normal. Me observó un momento largo y me mostró una de las más hermosas sonrisas que tenía, que me hizo erizar la piel.

-¡Bill! ¡Vamos! ¡Todavía estamos a tiempo!-

Dijo con ése carisma tan provocador. Me sentía tan atraído a ella que no pude contra mis impulsos y tuve que saludarla con un beso en la mejilla. Suspiré. Ella era una mujer con todas las letras y no hacía falta aclarar que me tenía demasiado atraído. Lo olvidaba.

-Tengo.. Tengo mi automóvil por allí.. ¿Qué dices si vamos en el mío?-

Probé suerte, mirándola fijo, sus dos ojos color café claros me miraron directamente.
Suspiré nuevamente, era imposible poder tenerla en frente y no poder hacer nada más que sólo admirar su belleza. El conductor miró a Lana, ella volteó hacia atrás y lo saludó juguetona con la mano y en ése entonces, Lana me tomó del brazo. Me ruboricé totalmente sorprendido por su actitud, me estremecí un momento notando cómo la timidez me invadía.

-Está bien, vamos en el tuyo.-

Dijo luego, y comenzó a caminar junto conmigo. No podía creer que en verdad ella estaba al lado mío. Mi corazón comenzó a bombear con fuerza.


***


 Suspiré y al entrar al restaurante junto a ella, me dí cuenta que Lana tenía un vestido largo que se relucía entre la multitud. Comenzó a acercarse hacia la mesa elegida, nos sentamos uno al frente del otro y en ése  preciso momento quedé totalmente idiotizado por cómo cruzamos miradas. Me robo un suspiro, uno de tantos. Me sentía totalmente ilusionado con ella, enamorado de su carisma y  belleza, tanto que no podía dejar de mirarla sin quitar mi sonrisa.


-Bien, Bill, ¿Así que querías verme?-

Dijo rápidamente. Asentí apreciando su sonrisa, sin tener en cuenta que estaba algo distraído por estar fantaseando. En éso tomó la carta para leer y buscar algún plato apetecible y encargó el pedido.

-Yo invito.-

Dijo ella y rió. Se llevó un cigarro a su boca, lo encendió  y comenzó a mirarme atenta.

-¡Estas muy callado!-

 Dijo con una sonrisa y en eso reímos los dos. En verdad no sabía que decir.

-¿El gran Bill, Bill Kaulitz, callado? No me lo creo.-

Bromeó. Sentí mi pulso acelerarse buscando algun tema de conversación, desde ya me sentía muy nervioso.

-¿Me conoces?-

Pregunto, a lo que ella estiró su mano y la posó sobre la mía con delicadeza. Una pequeña corriente eléctrica se me situó en mi mano. Moría lentamente.

-Eres muy famoso, ¿Como no te reconocería?-

-¿M-me conoces?¿De verdad?.-

No podía creerlo. Solté un suspiro apreciando su mirada. Sentía un tipo de chispas entre nosotros, una atracción difícil de sobrellevar con su mirada pendiente de la mía.

-¡Claro! Eres el más famoso.-

Me quede helado y a la vez una sonrisa se dibujo en mis labios sin darme cuenta. Ella sabía quién era y en verdad me conocía. No lo podía creer.
Tengo la sensación de que todo podría pasar. Pero en éso traen los platos olvidando lo que le estaba para decir.

-¿Qué pediste?-

Pregunté sin tener en cuenta que ella estaba con el teléfono en su oído.

-¿Qué pasó?-

Pregunté dudoso. Me siento extraño en éstos momentos, ella comienza a hablar al teléfono, siento que se irá muy pronto, siento que ésta cita no mereció la pena.

-No era nada importante-

Ella suelta una risa y comienza a comer tranquilamente, probando cada bocado a igual que yo.

***


La noche era mágica. Comenzamos a caminar de regreso hacia el auto. Me sentía triste desde ya, no sabía cuándo la volvería a ver otra vez.




                                                            ***

You makes me feel alive.



Un suspiro salió de mis labios, tan potente como verdadero, al cantar, al hacer el ensayo de lo que sería Humanoid. Cada canción escrita, me recordaba a ella y el día en que la había conocido. Ése momento cuando estuvimos los dos, tan cerca el uno del otro, con tantos nervios que desbordaban de mí, ésa noche deseaba poder fingir, aunque no podía completamente bajo su constante presencia.
Tuve la suerte de que fingir me salia demasiado bien, tuve la suerte que muchos no la tenían, tuve una cita con ella, en una cena casual, que era demasiado especial para mí, estaba satisfecho de que todo había sido tan perfecto.
Continúo con mi trabajo, levanto el micrófono en el pequeño estudio de ensayos y comienzo con la letra de lo que seria "Forever Now".

I look up
There are dark flames comin' down
My parachute
Can’t bring me back to the ground
I lose my faith
When I watch the fadin' lights
Just your shadows touch
Makes me feel alive


Hey! Everybody shout
Hey! Celebrate it loud
Forever now
Forever now"



No sé que me pasa. Siento como cada vez con mayor fuerza, mi corazón se acelera. Su imagen siempre está presente en todo momento, en mis pensamientos. Tratando de pensarle, imaginarle desde ése momento en que la conocí, automáticamente me siento desmotivado y Tom me interrumpe.

-¿Qué pasó Bill? ¿Se te olvidó la letra?-


Niego y rápidamente siento un rubor en mis mejillas.Me había descubierto y necesitaba recomenzar la canción nuevamente.

Era perderme entre aquellas fantasías donde sólo era un paraíso para mí. Comenzaba a cantar el resto de la canción, pero ciertas palabras que salían de mis labios eran exactamente el cómo me sentía, como cuando el día en que la conocí en persona, cierta parte de la letra me afectaba de cierta manera en especial. En cambio continué hasta llegar hasta cierto punto donde nuevamente parecía lograr efecto en mí.




" Let’s run into the pourin' rain
To feel that we're alive again

Whisper me
All your secrets
Whisper me
All my secrets
Whisper me
All your secrets
Whisper me
Celebrate it loud" 





 En el momento que cierro los ojos, le pienso. Era poder sentir ésa energía que salia de algún lado, era perderme en ella una y otra vez, en su perfecta belleza, caer rendido entre solo pensamientos.

-Bill, si necesitas descanso, adelante.-

Dice Tom. Sorprendiéndome, y nuevamente había provocado lo mismo. Me quedé con los ojos cerrados, y olvidando la letra. Todo era confuso y tan vergonzoso que me ruboricé automáticamente y me salí de la sala sonriendo como imbécil. Sólo era cantar ésa canción e identificarme en la letra, identificarme en que ella era la que me obligaba a tenerla en mis pensamientos. Que absurdo me sentí por un momento pero era demasiado molesto hacia los chicos que se estaban esforzando. Así que no dudé un momento y  me encaminé al sofá, tomando una manta para tomar una siesta muy corta, ya que luego debíamos seguir con la agenda de Tokio Hotel, que nos tenían más que exhaustos. Coloqué la alarma despertador, cerrando los ojos para conciliar el sueño.

~ Tu luces tan hermosa, radiante con ésa piel que tiene su propia luz que me atrae de alguna manera hacia ti. Me siento perdido en tus ojos, no sé si será la chispa que tienen dentro de ellos, o será que no puedo dejar de pesarte. ~

El ruido de la alarma suena insistentemente, me había quedado dormido, sabiendo lo que me depararía para la tarde hoy, que es trabajo, más trabajo. Me fuí hacia la habitación, comencé a colocar mi vestimenta rápidamente, me quedé pensando en las entrevistas, cada vez eran muy extremistas, siempre preguntaban si tenia pareja o mucho peor aun, si salia o estaba con algún hombre. No podía creerlo, la verdad.
Revisé mi teléfono y allí estaba la foto de nosotros.

~Mi piel se erizó al recordarla, recordar ésos tentadores labios que me estaban llevando a la perdición,cada vez la deseaba con mayor fuerza, se sentía tan insano, y recordé automáticamente ésa mirada que me robó el corazón y ése suspiro que callé al tenerla frente mio cuando me dió el autógrafo.~

Lana era una mujer carismática, me sentía completamente atraído tanto a su belleza, como carisma. Las manos me temblaron ése día cuando comencé a escuchar aquellas melodías tan únicas del show en el que concurrí. Ella me tenia conquistado con cada letra, cada melodía que salia de sus labios.
Un escalofríos me recorrió la espalda, producto de mis pensamientos.
¿En verdad hoy era el día después? Aquella noche había sido una fantasía, un sueño hecho realidad.
Todo ésto comenzó desde el día que escuché Born To Die. La adicción hacia Lana, era casi incierta. En principio, era normal escuchar una o dos canciones de su album en algun medio de comunicación, pero con el tiempo sus canciones resultaban como una droga insaciable, y tenía tantas ganas de conocerla que se me hacía un sueño imposible. Su hermosa voz me cautivó completamente. Su álbum era un éxito en ése entonces, pero ¿Ella sabía quien era yo?En ésos momentos, ni siquiera sé si sabia mi nombre, ni que era el vocalista de Tokio Hotel.
Lo único que jamas olvidaré, era que ella había dado el mejor concierto de su vida y aún me parecía el más perfecto de la existencia.
El mejor en el que estuve. Recordé tantas cosas en éstos momentos en que estaba viajando en automóvil, para dar un par de entrevistas, y me encontraba viendo hacia la ventana mirando hacia ninguna parte, completamente perdido entre pensamientos.
Simplemente debía despertar, debía bajar de ésa nube en estos momentos.
Debía tener presente que debía bajar del auto y dirigirme hacia aquél sitio, y responder a las preguntas que a veces resultaban incómodas.
Tom me abrió la puerta, por primera vez en la vida, me sorprendió que se diera cuenta que había tanta gente, que los guarda espaldas no podían ayudar. Me cubrió y caminamos hacia la entrada y agite la mano saludando a todas las fans. Estaba completamente lleno de gente, de chicas que gritaban cualquier cantidad de piropos y gritando cuánto nos quería y adoraban, era lindo sentirse admirado.
Comenzamos a caminar los dos completamente sólos por el pasillo, y en éso Tom decide comenzar con sus preguntas extrañas.

-Bill ?Que te pasó? Tú no eras así. ¿Que te distrajo ésta mañana?-


Me tomo por sorpresa completamente, no sabia que decir, desde ya, él no lo sabia.
Había decidido callar, porque sé que nunca se concretaría algún tipo de relación entre Lana y yo.

-Bueno,  al final tenias razón, solamente era un poco de sueño. Últimamente me siento agotado.-


Le respondí como sorpresa y en éso se frena a mirarme.

-¿Otra vez?-


Pregunta haciendo referencia a mi delgadez, que era asunto grave en algún tiempo.

-No, no necesito ir al médico, sabes que..-

 Suspire pesado, era imposible poder ocultarle las cosas a mi hermano.

-Es.. las giras, todo me tiene demasiado feliz y quiero que todo sea perfecto, pero, todos nos sentimos exhaustos de alguna maneara. Ya sabes, nuestra agenda está muy ocupada éstos días y me preocupa no poder asistir en algunas.


-¿Entonces no es nada grave?-

Pregunta, notando su cara de alivio.


-No lo es Tom, deja de preocuparte.-


Le sonreí con aquello último, y seguimos nuestro camino hasta llegar en donde íbamos a dar la entrevista.







                                                          ***





Continuará..


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